En las instalaciones de la Planta Tratadora de Aguas Residuales (PTAR), que está ubicada en la salida a Pueblo Nuevo recibe el agua del 70% del municipio, siendo esto 700 litros por segundo.
➡ Suscríbete a nuestra edición digital
El agua que esta parte de la población utiliza para sus labores diarias termina en estas plantas de tratamiento de aguas residuales, las cuales se encargan de que el líquido quede en condiciones para poder darle otro uso como lo es para el riego, pero para esto es sumamente importante cada paso para que esta agua sea segura.
Esta planta cuenta con un laboratorio en sus instalaciones, el cual se encarga de analizar muestras del agua que se encuentra en los pozos y también de las muestras de agua que reciben de algunas empresas, con el fin de observar a detalle si los líquidos cumplen con los lineamientos del reglamento de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Te recomendamos: Irapuato, a la vanguardia en el tratamiento de aguas residuales
Jesús Eduardo, quien es el supervisor del laboratorio y que también fue el guía en el recorrido hecho por El Sol de Irapuato, explicó que el laboratorio se divide en varias áreas las cuales se encargan de un análisis en específico.
“Para cualquier análisis que se hace en el laboratorio, en los parámetros que seguimos nos pide una calidad de agua muy alta y esta no la podemos adquirir o comprar, entonces lo que hacemos es agarrar agua de los pozos la tratamos con una potabilizadora y después le damos otro tratamiento con un desionizador, lo manejamos por microsiemens de 0.055 sobre centímetro convirtiéndose en un agua ultrapura que, si un humano la consume en vez de hacerle un bien, se estaría afectando porque no cuenta con nada”.
“Las cámaras frías son utilizadas para guardar las muestras que van llegando y que cuentan con un tiempo de vida prolongado, siempre a cuatro grados centígrados y se separan las muestras para evitar la contaminación cruzada”.
“En el área de físico químicos se dedican a analizar las cargas de las empresas y las descargas de la Ciudad Industrial, el agua de los pozos y de las potabilizadoras. Con las empresas y comercios para tener un control, se ve grasas y aceites, ya que en muchos casos tiran alimentos o aceites contaminantes que provocan obstrucciones en las tuberías del drenaje”.
“En esta área también se ven los cianuros que se hace en los pozos para evitar la contaminación, en todo caso si hay existencia de esta sustancia química, ver que se puede hacer para eliminarlo. Utilizamos cartuchos de nitrocelulosa con un diluyente parecido al cloro llamado hexano, este sirve para arrastrar la grasa de la muestra y la deposita en los matraces bola, después se pesan para obtener la grasa en un litro de agua, el resultado se multiplica por la cantidad de agua que las empresas usan y ahí sale lo que se les cobrará”.
“Sólidos suspendidos y sedimentos, es la cantidad de precipital que vamos a tener, nos interesa lo que se va juntando hasta el fondo del recipiente, lo que se junta puede ser desde tierra hasta comida y, este es un proceso que tiene una duración aproximada de dos horas”.
“Al día nos traen 100 muestras, siendo de 10 a 12 muestras por empresa, después guiándonos con las normas que nos dicen cuánta cantidad de líquido se necesita para cada técnica, si la necesitamos preservada con cierto PH y con reactivos específicos, hay empresas que analizamos el agua de forma mensual, trimestral y semestrales”.
“Las muestras al recibirlas las codificamos con un consecutivo, basándose en eso y con ayuda de una hoja de campo sabemos que parámetros se le hará a las muestras y dependiendo del análisis cada área toma su muestra”.
“Las incubadoras al estar a 20 grados centígrados, nos ayuda para los parámetros de la Demanda Bioquímica de Oxígeno (DBO), ya que se analiza en el día uno y se debe guardar durante cinco días para volverlo a analizar para obtener una lectura inicial y la lectura final, sacamos la operación y el resultado que nos dé es la cantidad de oxígeno que tiene la muestra”.
“Contamos con un área del plasma de acoplamiento inductivo (ICP), el cual necesita de ácidos ultrapuros que son muy caros para buscar metales pesados como el arsénico y selenio, pero nosotros compramos un ácido reactivo, lo destilamos con el destilador de ácidos para quitarle las impurezas y así, obtener un ácido ultrapuro”.
“Todo el material que manejamos de vidrio, por norma debemos usar un vidrio de clase A por cuestión de limpieza, varios equipos que tenemos aquí son calibrados, los reactivos que usamos son muy peligrosos porque los usamos casi al 100%, que son ácido sulfúrico, ácido clorhídrico, ácido nítrico, el hexano, y debemos manejarlos con bastante cuidado, tenemos medidas de seguridad como batas, guantes, botas con casquillos, mascarillas y goggles protectores y si afortunadamente nunca hemos tenido accidentes con los químicos pero si en el futuro existe alguno, tenemos regaderas especiales para retirar recodos químicos y también contamos con extintores que contienen polvo ya que si se usa líquido estos químicos se propagarían en lugar de aminorarlos”.
“Tenemos unos hornos especiales utilizados para calentar a 105 ó 120 grados centígrados los materiales que usamos para desinfectarlos y así eliminar humedad”.
Janette Luz María Martinez Montoya, quien trabaja en él área de microbiología, explicó la tarea que tiene dicha área.
“En él área de microbiología se encarga de analizar las muestras de potabilizadoras y de pozos por medio de cultivo para detección de coliformes fecales, totales y huevos de helmintos los cuales provocan enfermedades intestinales, para ver la calidad del agua que llega a los hogares y es un procedimiento que tarda aproximadamente cuatro días”.
“Esta área siempre debe estar impecable y totalmente cerrada para evitar que entren contaminantes ambientales y esto se logra con la ayuda de una máquina que se encarga de limpiar el aire de la habitación”.
“En pocas palabras esta área crea un ambiente óptimo para que si la muestra contiene alguna bacteria pueda crecer, ya que con ayuda de una incubadora, se le da la temperatura indicada y también se les brinda alimento, si no crece nada en las pruebas de cultivo significa que el agua no está contaminada”.
En el área de V visible, Denisse Alejandra Córdoba Arteaga, quien se encarga de analizar las muestras por medio de la demanda química de oxígeno explicó que, siempre guiándose en los parámetros, los resultados se ven por colores los cuales indican la presencia de componentes químicos y también para ver si es un parámetro alta es de 200 a 1000 miligramos por litro o bajo que equivale a 30 a 150 miligramos por litro.
“En ésta área, se hacen los análisis de la Demanda Química de Oxígeno (DQO) el cual cuenta con dos rangos, el bajo que equivale a 30 a 150 miligramos por litro y el alto que es de 200 a 1000 miligramos por litro. Se verifican los espectrofotómetros por color, para analizar las técnicas de V visibles, como el fósforo, nitrito, nitrato, sulfatos, cloruros que son técnicas de aguas potables y residuales. Dependiendo del color y de la longitud de onda es el resultado que se va a obtener”.
“En el área de ión selectivo se encarga de analizar el agua residual, para detectar del DBO, cianuros y el Carbón Orgánico Total (TOC), que con ayuda de un gas ultrapuro (oxígeno) el cual pulveriza la muestra para poder hacer la lectura de las partículas”.
De esta forma la Junta de Agua Potable, Drenaje, Saneamiento y Alcantarillado del Municipio de Irapuato (Japami) se encarga también de mantener un control ambiental y que las aguas contaminadas no lleguen a generar impacto o hasta enfermedades a la población.
.jpeg "Francisco “Panda” Padilla (1).jpeg")
.JPG "Victoria espera un niño (2).JPG")