José Lara Lona, director de la Junta de Agua Potable, Drenaje, Alcantarillado y Saneamiento del Municipio de Irapuato (Japami), informó que la sustitución de tapas de alcantarilla en mal estado y que son robadas generan un gasto mensual al organismo de 120 mil pesos.
En entrevista, el funcionario municipal dijo que el monitoreo de las bocas de tormenta en el municipio es permanente, y refirió que cada mes se ven obligados a sustituir un promedio de 80 tapas de alcantarilla que en muchas ocasiones son robadas para después ser vendidas en las chatarreras.
Dijo que derivado del fenómeno del robo de tapas de alcantarillas han realizado trabajo coordinado con la Secretaría de Seguridad Ciudadana, ya que hay épocas del año en las que se incrementa el número de hurtos de infraestructura, que es fundamental para un adecuado funcionamiento del sistema de alcantarillado.
“Traemos en promedio ahorita de Japami alrededor de 80 tapas al mes que tenemos que sustituir, no todas son robadas porque ya están dañadas y que el propio paso de vehículos o alguna deficiencia las daña más, reparamos las de concreto, metal, materiales sintéticos y todo estamos reparando; algunas atienden al vandalismo, al robo y que ahora han ido disminuyendo porque hay épocas en el año donde se da más, ahorita estamos atendiendo muchas que se dañan y alrededor de 80 estamos cambiando en el último mes, en el mes de septiembre al cierre tenemos ese número, esto ha incrementado con las demás que son otro tipo de instalaciones es un número importante”.
Destacó que hay ocasiones en los que por cada reporte de robo de bocas de tormenta metálicas han tenido que cambiar un gran número de tapaderas, pues comúnmente se ha dado robo en donde son desprendidas varias tapaderas situación que, además, genera un riesgo para las personas que circulan a pie por las calles, ya que existe el riesgo de que caigan a una de las bocas de tormenta.
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Hizo un exhorto a la población para que no detengan las denuncias del robo de las tapas de alcantarilla, ya que son robos que ponen en riesgo la integridad de la población y que atentan contra el esfuerzo que se realiza por ofrecer un servicio de calidad a los usuarios.
“Las que nos roban suponemos que es con ese fin de venderlas al kilo donde ya también estamos tomando acciones con la Secretaría de Seguridad para poder identificarlas en las chatarreras y lo otro lo hemos estado sustituyendo por materiales sintéticos”.