Él es Willian Headley, el “estadounidense” que fue enterrado en el panteón de Irapuato

Los restos de muchos extranjeros y su descendencia reposan en el panteón más antiguo de la ciudad y el ejemplo de ésto son los restos del estadounidense William Headley, que descansan en las instalaciones del Panteón Municipal desde finales del siglo XIX.

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La tumba de William Headley está ubicada en la parte más antigua del panteón, y debido al tiempo que lleva esta tumba ya es considerada como uno de los patrimonios de este camposanto, pero ¿quién fue este hombre de familia extranjera y porqué está descansando en tierras irapuatenses?

Su lápida ya no es tan legible, tan sólo se alcanza a leer su nombre.

Esta historia es posible de contar, gracias a las numerosas investigaciones realizadas por el personal del Archivo Histórico Municipal y ésta comienza con doña Catalina Headley Willis, una mujer que era originaria de Lexington, estado de Kentucky, en los Estados Unidos, y que junto a su esposo, cuyo apellido era Hansen, decidieron partir de su país para buscar una vida en el estado de Oaxaca, en México, pero inesperadamente viajarían al municipio de Irapuato, en donde después de quedarse viuda, conocería a su próximo marido, José Paul Granados, con el que tuvo una hija llamada Ana Headley.

Con el paso del tiempo, José Paul aprendió sobre negocios, en tanto que la familia que formó con Catalina Headley comenzó a crecer y tuvieron tres hijos más, uno de ellos William, quien también llevó el apellido de su madre.

Sin embargo, William enfermó cuando era muy joven y falleció, por lo cual fue enterrado en el panteón municipal de Irapuato. Por el apellido, todo mundo lo asociaba a que era de nacionalidad igual que el de su madre, estadounidense, pero lo cierto es que también fue irapuatense. Incluso, a su tumba, quienes cuentan la historia de él, lo hanbautizado como el “gringo fresero”.

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Mientras tanto, José Paul y la señora Catalina se mudaron a Michoacán, en donde compraron 17 hectáreas de cultivo, además fue accionista y regidor del Ayuntamiento en dicho estado; con respecto a la señora Catalina, fue conocida por ser una persona amable que regalaba pieles curtidas de ganado a sus amigos y familiares, tuvo cuatro hijos donde una sola logró llegar a tener una edad avanzada y murió por causas naturales.