La población de la zona rural de Irapuato ha padecido de distintas afectaciones durante los últimos años, desde sequías, plagas, así como la muerte de sus cultivos y ganado los han dejado con grandes pérdidas; sin embargo, en las últimas fechas se ha sumado otro problema y que ha afectado principalmente a los propietarios de ganado.
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Y es que en algunas comunidades del noreste del territorio municipal han sufrido por la aparición de jaurías que han terminado con varios ejemplares de ganado, sobre todo con los más pequeños.
Guadalupe Zamora, presidente del Ejido Estancia el Copal, relató que varias comunidades han sido afectadas por esta problemática que creen que tiene que ver con el abandono de animales de compañía, animales que terminan en las zonas cerriles y que al ver a los becerros u otros animales más pequeños los corretean y hieren hasta matarlos y en algunos casos comérselos.
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“Son perros que salen y en este tiempo, sobre todo, se van contra el animal, lo persiguen, por instinto corren y los atacan, los muerden del lomo, las orejas y terminan por morir, es una situación en verdad difícil, pues por mucho que se vigile, no podemos estar todo el día a ver si llegan, cuando nos damos cuenta ya nos ganaron”, relató.
La problemática no es nueva para los habitantes de comunidades como Estancia El Copal, Comedero y Santa Ana, entre otras, pues en 2022 fue el mismo problema, particularmente durante la temporada en que se suponía que debía empezar a llover, llevaban al ganado a pastar y a los agostaderos y ahí varios animales fueron atacados por grupos de perros.
“Los que tenemos ganado sabemos, de por si agua no hay, ahora a los agostaderos acudieron jaurías, el año pasado también dijimos que existía el problema, fueron de 25 a 30 becerros que nos mataron, pedimos apoyo, pero no hubo respuesta, ahora empieza la misma situación”.
Guadalupe Zamora detalló que algunas ocasiones había acudido personal para tratar de capturar a los perros, sin embargo, éstos acudían a horas en las que estos no se hacían presentes, pues no es hasta que hay más oscuridad que estos salen a corretear al ganado, los productores no saben de qué manera actuar pues los animales no son dóciles para poder capturarlos, pero el solo pensar en tener que acabar con la vida de alguno, también les generaría problemas.
“De por sí ya estamos aporreados por las muertes de la sequía y ahora con los perros atacando lo que queda, es una cuestión crítica para productores y no sabemos qué va a pasar con el campo, son cosas que se están dando y vivimos a diario”.