IRAPUATO, Gto., El Obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, dijo que la violencia es como un vaso de agua que está derramándose, porque ha alcanzado a todas las esferas, desde las escuelas, trabajadores, la propia Iglesia, por lo que urgió a ser más comprometidos socialmente para lograr la tan anhelada paz.
Enrique Díaz Díaz presidió este viernes la misa de desagravio del templo de Las Criptas, lugar que fue escenario de un doble asesinato a balazos, situación que el obispo irapuatense lamentó y condenó fuertemente a través de su mensaje durante la misa.
“Si hemos llegado a estas situaciones de tanta violencia, de tanta inseguridad no basta poner una reja, no basta poner candados, necesitamos pensar la forma en que estamos viviendo”, dijo el Obispo de Irapuato, al tiempo de que llamó a las familias a comprometerse más en saber dónde y cómo viven sus hijos.
En entrevista posterior a la misa, Enrique Díaz Díaz dijo que nunca en su vida pastoral había visto una situación de violencia tan grave como la que se vive en Irapuato, en Guanajuato y el país.
“Yo no lo había visto, he visto otras situaciones muy difíciles, pero no un ámbito de corrupción e impunidad que estamos viviendo actualmente.
“Es muy grave la situación y yo lo veo como un vaso que se está derramando, que a todos nos alcanza, alcanza al gobierno, a las fuerzas de seguridad, a nosotros como Iglesia, a las escuelas, a todos los ámbitos.
“Yo a nivel personal creo mucho en la oración, pero implica también revisar nuestras formas de educar, revisar nuestros compromisos en nuestra familia, pues quienes cometen asesinatos son hijos de familia, quienes roban son parte de nuestras familias y tenemos que insistir más en ese fundamento de la familia”.
El Obispo de la Diócesis de Irapuato señaló que las investigaciones en el templo luego del asesinato terminaron hasta la noche del jueves, por lo que hasta esa hora se tomó la determinación de llevar a cabo la misa de desagravio del templo.
“Lejos de buscar venganza, debemos ir construyendo una civilización de amor y respeto, justicia y paz, no de la impunidad, no corrupción, no de violencia”.
Nunca había visto morir a un niño
Por su parte, en su mensaje, el párroco del templo de Las Criptas, Jesús Alejandro Lara Navarro, pronunció un fuerte discurso y dijo que la violencia pareciera estar ganando al trabajo de las autoridades y de la sociedad.
“Nunca había visto morir a un niño y me tocó verlo aquí”, dijo el sacerdote, quien fue el encargado de llamar al 911 cuando ocurrió el ataque.
La feligresía irapuatense que se dio cita y abarrotó el templo de Las Criptas al unísono pidieron que regrese la paz a Irapuato, pues dijeron estar cansados de ser testigos de asesinatos, aunque éstos sean en su mayoría de personas dedicados a actividades ilícitas, pero el impacto social es el mismo.
El Obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, dijo a su vez que todos los candidatos están ofreciendo acabar con la inseguridad, pero nadie dice cómo.
Dijo que en lo que va de las campañas no ha visto propuestas concretas para acabar con la inseguridad, un tema que debería de ser prioritario para todos los que buscan un puesto de elección.
“Todo mundo dice que va a acabar con la inseguridad, pero nadie nos dice en realidad cómo, nadie va a ser el que tenga una varita mágica para acabar, va a ser un trabajo de toda la sociedad, necesitamos alguien de los candidatos y entre nosotros que se implique en la construcción y la composición social que nos involucra a todos”.
Enrique Díaz Díaz pidió mayor compromiso social para terminar con la violencia que se vive en Irapuato, Guanajuato y el país, pero advirtió que se necesita compromiso y voluntad por parte de los gobiernos para atender esta situación que lacera a la sociedad.