IRAPUATO, Gto. El Obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, pidió dejar a un lado los intereses personales, de partidos políticos o de ideologías para buscar el bien común de las personas, sobre todo aquellas que están en situación de vulnerabilidad.
En su mensaje dominical, Enrique Díaz Díaz dijo que el egoísmo ha llegado a ser una nueva forma de esclavitud personal, pues en muchas ocasiones se busca más el beneficio de los intereses de ideologías o partidos políticos, que el de las personas.
“Nosotros no estamos muy lejos de nuestras incongruencias y nos aferramos a nuestros egoísmos y a nuestras ideologías. Sufre mucho nuestro país y todos los sistemas, porque lejos de mirar por el bien de la persona humana se anteponen los intereses de partidos, de sistemas, de transnacionales.
“No es raro escuchar entre nosotros: 'si esto no va a ser para mí, mejor que no sea para nadie, que se pudra o se destruya' y todo por ideologías, de derecha o de izquierda con apariencia de servicio o con apariencia de seguridad, pero la dignidad de la persona sale lastimada, al tomarse decisiones que no están sostenidas con una recta intención, sino con el afán de imponer nuestros criterios y nuestros poderes”.
Y más adelante cuestionó: “¿Cuántos mueren de hambre porque los grandes consorcios quieren hacer sentir su fuerza y su poder? ¿Cuántas personas quedan al margen de la salud, no por lo costoso de la medicina, sino por los caprichos de quienes poseen los recursos? ¿Cuántas leyes y propuestas han sido boicoteadas por uno u otro partido, no tanto porque no parezcan buenas propuestas, sino porque provienen de alguien distinto? Y esto que miramos entre los pueblos, los partidos y la política sucede también en nuestros grupos y nuestra familia: se toman decisiones, no buscando el desarrollo integral de cada una de las personas, sino imponiendo criterios y caprichos manipulados”.
Por ello, Enrique Díaz Díaz dijo que en estas épocas decisivas se tiene que tener un sentido del bien común y exhortó a toda la feligresía a priorizar a las personas por encima de las ideologías, cualquiera que se trate.
“En todos lados se presenta, en las grandes naciones, en los pequeños poblados entre los partidos y los cárteles, en la familia y en los grupos, nos importa más imponer nuestra ley que el bienestar de la persona.
“(...) Pro aun cosas muy buenas como el estudio, la religión, el servicio, cuando se vuelven obsesión e ideología, llegan a ser cadenas”