/ viernes 16 de febrero de 2024

Amor, patriotismo y aduanas

Febrero es un mes con fechas y efemérides importantes, principalmente San Valentín y el Día de la Bandera, reconocida, por cierto, como la más hermosa del mundo en 2008. Son eventos que en la teoría deberían hacernos sentir el amor, arraigo y patriotismo por el lugar en donde nacimos, aunque en la practica hace mucho que dista de serlo.

El filósofo Luc Ferry lamentaba la perdida de patriotismo en Francia. Decía que en su tiempo y paso por la educación básica de su pais, si la profesora indagase sobre quién moriría por su país, la unanimidad de los alumnos les haría ponerse de pie y responder con un “yo” rotundo. Hoy, si una idéntica pregunta fuese hecha, merecería indiferencia o debate.

En México estamos viviendo algo similar: desapareció el amor por la patria. Sustituido cada vez más por ira fanatizada, agresiones verbales como regla, invocaciones a símbolos inspiradores (influencers) en redes y una alta dosis de intolerancia. Atrás quedaron los personajes ilustres, símbolos y acontecimientos que hacían brotar y emanar un sentimiento de patriotismo puro en nuestra vida cotidiana. ¿Quién tiene hoy el coraje de emular el sentimiento de identidad en relación con su suelo natal? ¿Nuestra educación continúa enseñando con la misma intensidad de antaño el amor a la patria, el amor a nuestra ciudad, el orgullo por el suelo en que nacimos, el respeto por los símbolos y la historia de nuestro país? No estoy muy seguro de ello y todos tenemos parte de culpa y responsabilidad en ello.

Ahora que estamos en tiempos electorales, bien valdría la pena asegurarnos que aquellos por los que votamos sientan y tengan arraigado el patriotismo y se interesen por preservar los valores que nos caracterizan y nos representan como cultura y país.

Febrero también está siendo un mes bastante caótico en materia de negocio y comercio, las aduanas del país vienen presentando distintas fallas y al menos dos días completamente inhábiles en lo que va de febrero. En la práctica significa que los 50 puertos fronterizos, marítimos y aéreos por los que fluyen todos los días mercancías de importación y exportación con valor de casi dos mil millones de dólares no pueden procesar ese flujo y esos productos están atorados, acumulándose un volumen considerable de contenedores, remolques, barcos y ferrocarriles cargados sin poder hacer el cruce y terminar sus procesos de entrega en su destino final.

Para quienes trabajamos en la industria, hemos tenido dos semanas de verdadera pesadilla y para el resto seguramente también, porque les habrá tocado presenciar muy seguramente el retraso de envíos y mercancías que venían esperando con antelación, afectando sus planes, tiempo y dinero.

Las afectaciones son múltiples y los daños incuantificables en millones de dólares aquí y en nuestros países socios, sin contar el daño y vergüenza que representa esto para la economía numero doce a nivel mundial. Por el bien de nuestra imagen como potencia exportadora y de comercio, el gobierno federal debe mostrar soluciones y poner a personas verdaderamente capaces al frente de las aduanas de nuestro pais, no se puede dar el lujo de experimentar, como lo ha hecho, con tantos proyectos y encomiendas a lo largo del sexenio.

A pesar de todo, jamas dejaré de sentirme orgulloso de tener la oportunidad de despertar en este suelo, de nutrirme del pan de los que no se rinden, de enriquecerme del aura y energía vital de mi tierra y mi bandera, de beber a largos sorbos del agua de esperanza de querer hacer mejor las cosas, de sostenerme del brazo fuerte e incansable de quienes viven y mueren por su patria y su familia, de respirar y sentirme orgulloso de ser guanajuatense y mexicano. ¡Hasta la próxima!


Analista empresarial y director regional de Logística y Relaciones Comerciales de Palos Garza

miguel.rivera@palosgarza.com

Febrero es un mes con fechas y efemérides importantes, principalmente San Valentín y el Día de la Bandera, reconocida, por cierto, como la más hermosa del mundo en 2008. Son eventos que en la teoría deberían hacernos sentir el amor, arraigo y patriotismo por el lugar en donde nacimos, aunque en la practica hace mucho que dista de serlo.

El filósofo Luc Ferry lamentaba la perdida de patriotismo en Francia. Decía que en su tiempo y paso por la educación básica de su pais, si la profesora indagase sobre quién moriría por su país, la unanimidad de los alumnos les haría ponerse de pie y responder con un “yo” rotundo. Hoy, si una idéntica pregunta fuese hecha, merecería indiferencia o debate.

En México estamos viviendo algo similar: desapareció el amor por la patria. Sustituido cada vez más por ira fanatizada, agresiones verbales como regla, invocaciones a símbolos inspiradores (influencers) en redes y una alta dosis de intolerancia. Atrás quedaron los personajes ilustres, símbolos y acontecimientos que hacían brotar y emanar un sentimiento de patriotismo puro en nuestra vida cotidiana. ¿Quién tiene hoy el coraje de emular el sentimiento de identidad en relación con su suelo natal? ¿Nuestra educación continúa enseñando con la misma intensidad de antaño el amor a la patria, el amor a nuestra ciudad, el orgullo por el suelo en que nacimos, el respeto por los símbolos y la historia de nuestro país? No estoy muy seguro de ello y todos tenemos parte de culpa y responsabilidad en ello.

Ahora que estamos en tiempos electorales, bien valdría la pena asegurarnos que aquellos por los que votamos sientan y tengan arraigado el patriotismo y se interesen por preservar los valores que nos caracterizan y nos representan como cultura y país.

Febrero también está siendo un mes bastante caótico en materia de negocio y comercio, las aduanas del país vienen presentando distintas fallas y al menos dos días completamente inhábiles en lo que va de febrero. En la práctica significa que los 50 puertos fronterizos, marítimos y aéreos por los que fluyen todos los días mercancías de importación y exportación con valor de casi dos mil millones de dólares no pueden procesar ese flujo y esos productos están atorados, acumulándose un volumen considerable de contenedores, remolques, barcos y ferrocarriles cargados sin poder hacer el cruce y terminar sus procesos de entrega en su destino final.

Para quienes trabajamos en la industria, hemos tenido dos semanas de verdadera pesadilla y para el resto seguramente también, porque les habrá tocado presenciar muy seguramente el retraso de envíos y mercancías que venían esperando con antelación, afectando sus planes, tiempo y dinero.

Las afectaciones son múltiples y los daños incuantificables en millones de dólares aquí y en nuestros países socios, sin contar el daño y vergüenza que representa esto para la economía numero doce a nivel mundial. Por el bien de nuestra imagen como potencia exportadora y de comercio, el gobierno federal debe mostrar soluciones y poner a personas verdaderamente capaces al frente de las aduanas de nuestro pais, no se puede dar el lujo de experimentar, como lo ha hecho, con tantos proyectos y encomiendas a lo largo del sexenio.

A pesar de todo, jamas dejaré de sentirme orgulloso de tener la oportunidad de despertar en este suelo, de nutrirme del pan de los que no se rinden, de enriquecerme del aura y energía vital de mi tierra y mi bandera, de beber a largos sorbos del agua de esperanza de querer hacer mejor las cosas, de sostenerme del brazo fuerte e incansable de quienes viven y mueren por su patria y su familia, de respirar y sentirme orgulloso de ser guanajuatense y mexicano. ¡Hasta la próxima!


Analista empresarial y director regional de Logística y Relaciones Comerciales de Palos Garza

miguel.rivera@palosgarza.com