/ viernes 8 de diciembre de 2023

Entre cenas y aguinaldos

Querido lector: hemos llegado a esa maravillosa época de agradecimiento y reflexión. Semanas en las que estaremos asistiendo o generando comidas, eventos y cenas para agradecer a todas esas personas que han sido pieza fundamental en el éxito y desarrollo de nuestras empresas y negocios. Época en la que nos debe emocionar el dar y compartir, porque tanto clientes como colaboradores anhelan recibir una muestra de valor y gratitud.

Así que te invito a realizar una reflexión sobre el tema principal de esta columna: ¿Cuál es la verdadera finalidad de una empresa? ¿Será la generación de riqueza el único y verdadero fin? Dicho de una manera más simple: ¿para que sirve una empresa? ¿Sirve solamente para generar lucro al propietario, accionistas e inversores?

Muchos creen que sí y es una idea que se ha vuelto creencia popular. Del otro lado de la moneda, los empresarios opinarán que buscaron iniciar un negocio propio para procurar la libertad, realización personal o simplemente para vivir un sueño. Infelizmente, tanto emprendedores como trabajadores terminaremos entrando en una guerra diaria por la supervivencia, o sea, la de buscar generar ingresos y beneficios a final de mes.

En medio de todo este escenario, entre las opiniones populares y los sueños de empresarios, hago de nuevo la pregunta: ¿Cuál es el papel real de una empresa? ¿Qué esperamos de ella?

Petter Drucker, considerado el padre de la administración científica, tenía una visión extremadamente avanzada para la época y que puede ser bastante bien aplicada en la actualidad. Para el, el objetivo de una empresa era simplemente lo siguiente: Crear y mantener un cliente.

Para Drucker, los empresarios y sus empresas deben enfocar su propuesta de valor en satisfacer los deseos del cliente, todo lo demás es secundario. El beneficio llegará de manera natural como consecuencia de la capacidad de las empresas de atraer y mantener más clientes.

Ya en la práctica nos damos cuenta que no es tan sencillo como eso y que dependemos de muchos factores externos como cotidianos para alcanzar el éxito de un negocio. A diario, tanto trabajadores como empresarios entendemos que el mercado cada vez se torna más competido, por la tanto para lograr la satisfacción de clientes son necesarias estrategias y competencias innovadoras.

Un producto o servicio que se mantenga excelente, genere valor a largo plazo y, sobre todo, brinde una experiencia satisfactoria y repetible a clientes, será exitoso. Toda la experiencia del cliente, desde el momento de la compra hasta la utilización del bien o servicio debe ser totalmente encantadora. Solo así puede comenzar a darse una relación de fidelidad.

Hoy en día, en la era de las redes sociales y la información voraz y veloz, promover una experiencia única y repetible es cuestión de supervivencia para los negocios y empresas. Los clientes pasan a convertirse en los principales influencers y advertisers de tu marca, avalando o no y en tiempo real la experiencia de tu producto o servicio.

Esos elogios o críticas se esparcirán con una velocidad increíble tanto en redes como en el entorno de tu empresa, causando impactos significativos a la reputación de tu marca. Así que al momento de trabajar en la conclusión y cierre de año de tu empresa, pregúntate: ¿Cómo estás avalando la experiencia de tus clientes con tus productos o servicios?

Las posadas con los colaboradores, la cena de navidad con los clientes o las promociones de fin de año en nuestros negocios serán, sin duda, una manera correcta de reconocer y promover este tipo de cuestionamientos hacia ellos.

A título personal, yo quisiera complementar o responder a la pregunta del inicio, ¿Cuál es el papel real de una empresa? De acuerdo, sí, con la visión propuesta por el padre de la administración de que efectivamente la finalidad será la de crear y mantener clientes, pero también creo firmemente que es una obligación y un privilegio el poder formar y mantener buenos empleos.

A ti que me lees y que eres empresario, procura en esta época del año para tener un detalle de agradecimiento para quienes son la base y pieza fundamental del éxito en tu negocio. Hazles saber lo importante que es su sacrificio y esfuerzo y que sus sueños son igual de importantes para la consecución de los tuyos.

Posadas, aguinaldos, sueldos dignos y acordes con la situación actual de tu país o región son requisito indispensables para alcanzar el éxito, pero, sobre todo, en esta época, tiene el mismo o mayor valor el mostrar una interacción e interés real con aquellos que durante todo el año creyeron en ti y en tu negocio, una temporada ideal para decir con el corazón, ¡muchas gracias!

Reflexionar sobre estos puntos nos dará la posibilidad de mejorar el beneficio y perpetuidad de nuestros negocios. Espero que esta columna pueda ayudarte a promover reflexiones significativas sobre la responsabilidad y capacidad que tienes como profesional y empresario y entender cuál es el valor real de tu empresa. ¡Hasta la próxima!

Analista empresarial y director regional de Logística y Relaciones Comerciales de Palos Garza

miguel.rivera@palosgarza.com

Querido lector: hemos llegado a esa maravillosa época de agradecimiento y reflexión. Semanas en las que estaremos asistiendo o generando comidas, eventos y cenas para agradecer a todas esas personas que han sido pieza fundamental en el éxito y desarrollo de nuestras empresas y negocios. Época en la que nos debe emocionar el dar y compartir, porque tanto clientes como colaboradores anhelan recibir una muestra de valor y gratitud.

Así que te invito a realizar una reflexión sobre el tema principal de esta columna: ¿Cuál es la verdadera finalidad de una empresa? ¿Será la generación de riqueza el único y verdadero fin? Dicho de una manera más simple: ¿para que sirve una empresa? ¿Sirve solamente para generar lucro al propietario, accionistas e inversores?

Muchos creen que sí y es una idea que se ha vuelto creencia popular. Del otro lado de la moneda, los empresarios opinarán que buscaron iniciar un negocio propio para procurar la libertad, realización personal o simplemente para vivir un sueño. Infelizmente, tanto emprendedores como trabajadores terminaremos entrando en una guerra diaria por la supervivencia, o sea, la de buscar generar ingresos y beneficios a final de mes.

En medio de todo este escenario, entre las opiniones populares y los sueños de empresarios, hago de nuevo la pregunta: ¿Cuál es el papel real de una empresa? ¿Qué esperamos de ella?

Petter Drucker, considerado el padre de la administración científica, tenía una visión extremadamente avanzada para la época y que puede ser bastante bien aplicada en la actualidad. Para el, el objetivo de una empresa era simplemente lo siguiente: Crear y mantener un cliente.

Para Drucker, los empresarios y sus empresas deben enfocar su propuesta de valor en satisfacer los deseos del cliente, todo lo demás es secundario. El beneficio llegará de manera natural como consecuencia de la capacidad de las empresas de atraer y mantener más clientes.

Ya en la práctica nos damos cuenta que no es tan sencillo como eso y que dependemos de muchos factores externos como cotidianos para alcanzar el éxito de un negocio. A diario, tanto trabajadores como empresarios entendemos que el mercado cada vez se torna más competido, por la tanto para lograr la satisfacción de clientes son necesarias estrategias y competencias innovadoras.

Un producto o servicio que se mantenga excelente, genere valor a largo plazo y, sobre todo, brinde una experiencia satisfactoria y repetible a clientes, será exitoso. Toda la experiencia del cliente, desde el momento de la compra hasta la utilización del bien o servicio debe ser totalmente encantadora. Solo así puede comenzar a darse una relación de fidelidad.

Hoy en día, en la era de las redes sociales y la información voraz y veloz, promover una experiencia única y repetible es cuestión de supervivencia para los negocios y empresas. Los clientes pasan a convertirse en los principales influencers y advertisers de tu marca, avalando o no y en tiempo real la experiencia de tu producto o servicio.

Esos elogios o críticas se esparcirán con una velocidad increíble tanto en redes como en el entorno de tu empresa, causando impactos significativos a la reputación de tu marca. Así que al momento de trabajar en la conclusión y cierre de año de tu empresa, pregúntate: ¿Cómo estás avalando la experiencia de tus clientes con tus productos o servicios?

Las posadas con los colaboradores, la cena de navidad con los clientes o las promociones de fin de año en nuestros negocios serán, sin duda, una manera correcta de reconocer y promover este tipo de cuestionamientos hacia ellos.

A título personal, yo quisiera complementar o responder a la pregunta del inicio, ¿Cuál es el papel real de una empresa? De acuerdo, sí, con la visión propuesta por el padre de la administración de que efectivamente la finalidad será la de crear y mantener clientes, pero también creo firmemente que es una obligación y un privilegio el poder formar y mantener buenos empleos.

A ti que me lees y que eres empresario, procura en esta época del año para tener un detalle de agradecimiento para quienes son la base y pieza fundamental del éxito en tu negocio. Hazles saber lo importante que es su sacrificio y esfuerzo y que sus sueños son igual de importantes para la consecución de los tuyos.

Posadas, aguinaldos, sueldos dignos y acordes con la situación actual de tu país o región son requisito indispensables para alcanzar el éxito, pero, sobre todo, en esta época, tiene el mismo o mayor valor el mostrar una interacción e interés real con aquellos que durante todo el año creyeron en ti y en tu negocio, una temporada ideal para decir con el corazón, ¡muchas gracias!

Reflexionar sobre estos puntos nos dará la posibilidad de mejorar el beneficio y perpetuidad de nuestros negocios. Espero que esta columna pueda ayudarte a promover reflexiones significativas sobre la responsabilidad y capacidad que tienes como profesional y empresario y entender cuál es el valor real de tu empresa. ¡Hasta la próxima!

Analista empresarial y director regional de Logística y Relaciones Comerciales de Palos Garza

miguel.rivera@palosgarza.com