Dan largas a cambios en Consejo Ambiental

Aún no se tiene fecha para la renovación del Consejo Consultivo Ambiental de Salamanca, el actual periodo de trabajo concluye en el presente mes, sin embargo, el gobierno municipal no ha emitido ninguna convocatoria al respecto.

Miguel Granados Baeza, presidente de la asociación ambientalista Valle del Lerma e integrante del Consejo Consultivo Ambiental, explicó que la existencia de este tipo de consejos obedecen a mandato estatal y que en cada municipio compete al presidente municipal ordenar y atestiguar el cambio de estafeta una vez que concluye el periodo de actividades.

El Consejo Consultivo Ambiental obedece a mandato estatal y compete a los presidentes municipales convocar y atestiguar su renovación.

“Nosotros tenemos un tiempo y ya se terminó, se termina en este mes, entonces se supone que la Presidencia Municipal tiene que tomar la iniciativa de convocar a los ciudadanos”…

Granados Baeza, enfatizó que el Consejo Consultivo Ambiental debe estar integrado por gente propositiva, gente con conocimiento, con calidad moral y comprometida en cumplir los objetivos para lo cual ha sido conformado dicho consejo.

El ambientalista dijo que el logro más importante por parte del Consejo Consultivo Ambiental que está por salir, fueron las dos reuniones que sostuvieron con autoridades de Petróleos Mexicanos, ya que nunca antes se había dado un acercamiento de esta naturaleza aún y cuando los gobiernos municipales lo habían buscado durante mucho tiempo.

En ese sentido, agregó que se queda pendiente una tercera mesa de diálogo con PEMEX, pero también se deja el compromiso por parte de la gerencia de RIAMA de modificar el mecanismo de sus procesos a fin de no verter descargas contaminantes al río Lerma.

Para concluir, señaló que otro aporte importante obedece al Plan Salamanca, el cual se formó en base a tres señalamientos que hicieron tanto integrantes del Consejo Consultivo como miembros del bloque de ambientalistas de Salamanca, los tres puntos en mención son: la remediación de Tekchem, el tiradero tóxico del Cerro de La Cruz y la contaminación del río Lerma.