CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- Christian Ríos Rodríguez, director general del Instituto de Certificación Empresarial de México (ICEM), presentará en la Comisión de Educación del Senado el libro “El futuro de la educación superior en México”, el próximo martes, en donde propone la certificación parcial en los grados académicos, revisar el marco mexicano de cualificación, y, la educación debe transitar a un estado emancipatorio; y entre su investigación resalta que se espera que en un periodo de cinco años, el 95% de los puestos auxiliares administrativos van a desaparecer, y ser reemplazados por máquinas.
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Sobre la primera propuesta, la certificación parcial en los grados académicos, contextualizó que un alumno que transita por cuatro o cinco años en la universidad, no se espera a los cinco años para obtener el grado académico de título profesional, y se busca que en cada año logre terminar parcialmente una certificación de competencia laboral.
Durante el programa “Un Café con El Sol”, a cargo de Lynnett Rubio, el maestro Christian Ríos ahondó que así, cuando el alumno termina un semestre, o dos, o llegue a quedar a la mitad de la carrera, tenga un certificado que le permita integrarse al mercado laboral, inmediatamente.
La segunda petición es revisar el marco mexicano de cualificación. “En la ley ya está descrita la posibilidad de que una persona pueda alcanzar un grado académico por experiencia profesional”, dijo Ríos Rodríguez, quien acudirá al Senado, acompañado de la maestra Lesly Katherin Herrera.
Explicó que la experiencia profesional es el cúmulo de habilidades que se han adquirido de forma empírica, por el paso del tiempo, sin la necesidad de haberlas aprendido en un aula, y comentó que hay muchas personas que tienen la experiencia y la capacidad, pero no tienen el grado académico.
“Y eso, por políticas de las empresas, no les permite tener mejores puestos de trabajo. El marco mexicano de cualificación propone la titulación por experiencia profesional. Pero la propuesta que nosotros estamos haciendo es más allá de ir y hacer un examen tipo del Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (Ceneval), sino que más bien, te hagan válidos las certificaciones de competencia laboral, la educación no formal que ha adquirido”, ahondó.
La tercera propuesta, que calificó como idealista, es que la educación debe transitar a un estado de emancipación, sobre todo porque viene la inteligencia artificial.
“El futuro de la educación superior en México, es la inteligencia artificial, la cual, hoy en día, ya se comercializa. En el 2013 ya se planteaba que el 65% de los puestos de trabajo se iban a transformar, se iban a automatizar, cuando todavía no existía la inteligencia artificial”, mencionó.
Enfatizó que, según los estudios más recientes, en un periodo de cinco años, el 95% de los puestos auxiliares administrativos, van a desaparecer, y serán reemplazados por máquinas.
“Hay expertos que están planteando, en una visión más futurista, la llegada del postcapitalismo. En los próximos cinco años nos va a tocar vivir algo muy similar, y más acelerado, lo que le tocó vivir a la gente en la Revolución Industrial”, señaló.
Ante el panorama poco alentador, se preguntó: cómo se actualizará a una fuerza productiva de 40 millones de personas en México, si los planes de educación en México tardan 10 años en actualizarse.
Señaló que muchos de los profesionistas van a ser reemplazados, al menos que asuma la responsabilidad de transformarse junto con el entorno, y se espera la reinserción del 15 %, y será la clase media, los que tienen condiciones estructurales.
“La clave no es qué enseñas, sino cómo aprendes y qué condiciones tienes para aprender. Mientras México no visualice sus políticas públicas en mejorar las condiciones estructurales de las personas para poder aprender, van a seguir aprendiendo dos de cada diez cosas que enseñan en las escuelas”, puntualizó.
Ante la tesis de que al gobierno le conviene tener una población poca educada, Ríos Rodríguez dijo que no a los presidentes, sino que el problema es el sistema económico, el cual es que el perpetúa la explotación laboral, y el que se queda con el valor de lo producido.
“Todos somos consecuencia del sistema económico. Hace tres décadas, el capitalismo estaba sacando a mucha gente de la pobreza; pero hoy en día, la movilidad social se estancó, no se está sacando a la gente de la pobreza. La pobreza, vivir en mentalidad de escasez, condiciona mucho la calidad de vida de las personas”, concluyó.
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