/ sábado 18 de marzo de 2023

La suma de esfuerzos engrandece nuestra Patria

Todos los días hacemos patria y vemos por ella, porque es nuestra tierra y trabajamos incansablemente para que en cada amanecer sea mejor, independientemente de lo que ha estado pasando en su entorno. Si nos vamos al sentido etimológico de la palabra patria, nos encontraremos que ésta viene de la voz latina patrius-a-um, que significa relativo a padre, o patres, que son nuestros antepasados. Es una voz latina muy antigua que hacía referencia a los padres, quienes son nuestros antecesores; en una palabra, es la tierra de nuestros padres o de nuestros antepasados. Una de las definiciones más claras para identificar una patria, es lo que conocemos como el territorio o suelo donde ha nacido una persona, misma que presenta o tiene un sentimiento especial de pertenencia, al igual que todas las personas que en ese territorio se concentran.

Se ha sabido desde hace muchísimos años que para el hombrte existen tres grandes amores, que se deben considerar sagrados. El primerísimo de ellos es el amor a Dios, que es omnipotente y creador de cuanto existe; el segundo es el amor a la familia, célula fundamental en toda sociedad y eje de cómo se comporta cada individuo para merecerla, y el tercero es el amor a la patria, a la bendita tierra que nos ha visto nacer. El amor a Dios nos lo van inculcando nuestros padres, quienes a su vez decidieron formar una familia con valores y sentido de vida, a la cual aman, porque ellos la fundaron, viniendo después que como individuos y como familias, formamos la patria, el suelo, el país que tanto amamos y que en este caso muy particular se llama México.

Los tres amores tienen que ver con la paternidad. Nuestro buen padre es Dios. Nuestros padres son nuestros progenitores y la patria el bendecido suelo que nos dio la oportuinidad de nacer, de realizarnos y de ser eternamente agradecidos por ser mexicanos.

Desde chico llegué a escuchar que nunca debemos olvidar que a cada uno de nosotros nos debe interesar y nos concierne “el bienestar, el progreso y el engrandecimiento de la Patria”. Esto quiere decir, que lo que somos y lo que nos ha formado puede influir positiva o negativamente en lo que pasa en nuestra tierra. Todos queremos que en nuestra Patria, nuestro México, prevalezca la paz y la tranquilidad, el cariño, la estima, la armonía y el respeto entre sus habitantes; que tengamos un pueblo que sea pleno, en donde no falte nada y en donde reine la felicidad, pero para logarlo tocará a cada uno de los que la habitamos obrar con buena conducta, comenzando desde nuestro interior, trabajando desde nuestra familia y siendo empáticos con nuestros conciudadanos.

He escuchado decir, desde que tengo uso de razón, que la Patria es la extensión de la familia y si está bien la familia, está bien nuestra Patria y viceversa.

Para que un país sea fuerte, unido y próspero requiere que cada uno de quienes lo habitan, desde lo particular, sea fuerte, solidario e inteligente. El ejemplo, como la gripe, son contagiosos; la suma de esfuerzos engrandece a nuestra Patria. Todos los días Dios bendice a México.

Docente

Contacto: ahomanois@hotmail.com

Todos los días hacemos patria y vemos por ella, porque es nuestra tierra y trabajamos incansablemente para que en cada amanecer sea mejor, independientemente de lo que ha estado pasando en su entorno. Si nos vamos al sentido etimológico de la palabra patria, nos encontraremos que ésta viene de la voz latina patrius-a-um, que significa relativo a padre, o patres, que son nuestros antepasados. Es una voz latina muy antigua que hacía referencia a los padres, quienes son nuestros antecesores; en una palabra, es la tierra de nuestros padres o de nuestros antepasados. Una de las definiciones más claras para identificar una patria, es lo que conocemos como el territorio o suelo donde ha nacido una persona, misma que presenta o tiene un sentimiento especial de pertenencia, al igual que todas las personas que en ese territorio se concentran.

Se ha sabido desde hace muchísimos años que para el hombrte existen tres grandes amores, que se deben considerar sagrados. El primerísimo de ellos es el amor a Dios, que es omnipotente y creador de cuanto existe; el segundo es el amor a la familia, célula fundamental en toda sociedad y eje de cómo se comporta cada individuo para merecerla, y el tercero es el amor a la patria, a la bendita tierra que nos ha visto nacer. El amor a Dios nos lo van inculcando nuestros padres, quienes a su vez decidieron formar una familia con valores y sentido de vida, a la cual aman, porque ellos la fundaron, viniendo después que como individuos y como familias, formamos la patria, el suelo, el país que tanto amamos y que en este caso muy particular se llama México.

Los tres amores tienen que ver con la paternidad. Nuestro buen padre es Dios. Nuestros padres son nuestros progenitores y la patria el bendecido suelo que nos dio la oportuinidad de nacer, de realizarnos y de ser eternamente agradecidos por ser mexicanos.

Desde chico llegué a escuchar que nunca debemos olvidar que a cada uno de nosotros nos debe interesar y nos concierne “el bienestar, el progreso y el engrandecimiento de la Patria”. Esto quiere decir, que lo que somos y lo que nos ha formado puede influir positiva o negativamente en lo que pasa en nuestra tierra. Todos queremos que en nuestra Patria, nuestro México, prevalezca la paz y la tranquilidad, el cariño, la estima, la armonía y el respeto entre sus habitantes; que tengamos un pueblo que sea pleno, en donde no falte nada y en donde reine la felicidad, pero para logarlo tocará a cada uno de los que la habitamos obrar con buena conducta, comenzando desde nuestro interior, trabajando desde nuestra familia y siendo empáticos con nuestros conciudadanos.

He escuchado decir, desde que tengo uso de razón, que la Patria es la extensión de la familia y si está bien la familia, está bien nuestra Patria y viceversa.

Para que un país sea fuerte, unido y próspero requiere que cada uno de quienes lo habitan, desde lo particular, sea fuerte, solidario e inteligente. El ejemplo, como la gripe, son contagiosos; la suma de esfuerzos engrandece a nuestra Patria. Todos los días Dios bendice a México.

Docente

Contacto: ahomanois@hotmail.com